martes, 1 de junio de 2010

Los problemas de salud en África.


Como bien sabemos áfrica es uno de los continentes con mayores problemas de salud, en primera por el incesante crecimiento tan acelerado del SIDA, así como también por la gran desnutrición infantil que existe y persiste en el continente, la pobreza, las enfermedades infecciosas y ¿Por qué no? El analfabetismo, todos ellos, factores que día con día aceleran más y más la devastación de áfrica.

En algunos países del continente se han organizado campañas de información con el objeto de promover la planificación familiar, la vacunación infantil y la lucha contra algunas nefastas prácticas sociales como son la ablación en las niñas, el matrimonio forzado o el trabajo en la infancia.

Hablando de prácticas sociales es bueno recalcar algunas tradiciones en el contexto mundial y del subdesarrollo africano, ahora bien aunque muchas tradiciones sirven de apoyo, cohesión y unidad social, otras actúan produciendo afectaciones en la salud física, psicológica y la integridad de la comunidad, particularmente las niñas y mujeres.

La MGF se encuentra entre las prácticas culturales más protegidas y realizadas en África y, tal como se menciona anteriormente, ha recibido bastante interés en los últimos años. Se practica en veintiocho países africanos, así como en algunos países árabes, en Asia y en comunidades de inmigrantes radicados en Europa, Australia y Estados Unidos.

El significado e importancia de la circuncisión varían según las sociedades, generalmente se considera como prescrita por las religiones, sin pruebas concretas. Por otra parte, mucha gente considera esta práctica como un importante rito de iniciación a la condición de mujer. En otras sociedades, se cree que disminuye el deseo sexual femenino, garantizando así la virginidad e impidiendo la promiscuidad e infidelidad de la mujer; constituye un medio para controlar la sexualidad de las mujeres, también se cree que estéticamente es más agradable, ayuda a preservar la higiene y acrecienta la fecundidad, asociada entonces como estereotipo, por lo que los hombres pueden hasta negarse a casarse con una mujer que no esté circuncidada.

Esta práctica ha atraído la atención mundial debido a las graves repercusiones negativas que tiene sobre la salud y el bienestar de niñas y mujeres; sin embargo, muchas veces, las tentativas por modificarla son vistas con reservas, dudas y hostilidad por parte de los que la practican. En estas sociedades, les resulta inaceptable acabar con sus tradiciones, pues dichas prácticas constituyen una parte integral del ciclo vital de la sociedad, y muchas personas en África piensan que el abandono de la circuncisión es igual a un desorden, o una perturbación social.

Las implicaciones de estas prácticas tradicionales son infinitas, pero conllevan más consecuencias negativas que positivas, entre las que citaremos:

· La hemorragia (puede ser importante, hasta poner la vida de la víctima en peligro, a pesar de que las llevan a centros de salud especializados).

· El tétanos (que tiene una mortalidad muy elevada), así como otras infecciones producto de condiciones insalubres.

· Facilita la propagación de enfermedades más o menos graves, tales como las ITS y el VIH/SIDA, debido al uso de instrumentos no esterilizados y utilizados reiteradamente; estas enfermedades pueden, con el tiempo, traer complicaciones importantes en la vida de estas niñas, dado que eso puede alterar la función de reproducción, y hasta llegar a ser un impedimento para tener hijos, quitándoles el derecho de disfrutar su feminidad, ya que se altera la misma durante el parto, sin saber cuánto dolor engendra a una mujer el hecho de no poder procrear.

Por otra parte, existe una contradicción en torno a la transmisión de esta práctica, es frecuente que las mismas mujeres sean las que apoyan con más firmeza el proceso, dado que ellas ocupan un importante papel en la socialización y enseñanza de las tradiciones culturales y, generalmente, muchos de los que practican la MGF, la defienden con fuerza, pues constituye su única fuente de ingresos; sin embargo, hay un grupo de mujeres que están en contra de la MGF, pero tienen miedo de expresarlo.

Ahora bien Los sistemas de salud del continente están plagados de políticas y estrategias inadecuadas, de falta de capacidad institucional, de insuficientes mecanismos científicos de control y de escasez de fondos para la investigación en los sectores públicos y privados, declara Luís Sambo, el director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en África.


Lo que hace que las cosas estén aún peor es la crisis de recursos humanos a lo largo de todo el continente, basada en la falta de formación del personal, en la insuficiente capacidad y en la emigración de profesionales de la salud cualificados.

En este caso Cuando el Informe de la OMS, 2006 indicaba que las esperanzas de vida de Zimbabwe, Swazilandia, Botswana, Lesotho, Sudáfrica y Namibia eran de 36, 37, 40, 41, 48 y 54 años, respectivamente, muchas personas debieron pensar rápidamente en el SIDA.

No obstante, una revisión de la prensa de África subsahariana en el último año y medio permite apreciar que el panorama se ha complicado de forma extrema debido a que, junto a las recurrentes epidemias de enfermedades, nos encontramos con la reaparición de otras que parecían estar controladas o eliminadas, y la llegada de algunas procedentes de otros continentes.Entre las enfermedades del primer tipo encontramos la poliomielitis que se presenta en prácticamente toda la región subsahariana y, especialmente en la República Democrática del Congo donde no había aparecido en los últimos seis años, Namibia, Sudán, y Nigeria, entre otros países. Otras de las enfermedades del primer tipo son la malaria el sarampión y el cólera.

Entre las enfermedades del segundo tipo las que reaparecense destacan la tuberculosis y la tripanosomiasis, estando el resurgimiento de aquella asociada a la extensión alcanzada por el SIDA y al negativo impacto que provoca en el sistema inmunológico de los enfermos que posibilita que éstos contraigan otras enfermedades oportunistas.

Entre las enfermedades del tercer tipo, tenemos la denominada gripe aviar provocada por el virus denominado H5NI, pandemia que tuviera su origen en países asiáticos y que se ha extendido a naciones de Europa y África.

Esta enfermedad de las aves, que se presentaba por un contagio ave–ave y solo ocasionalmente ave-ser humano, podría estar mutando, según el virólogo inglés John Oxford, y provocar la aparición de un virus que posibilite el contagio entre los seres humanos de impredecibles consecuencias socioeconómicas. En el actual contexto neoliberal de mercantilización y contabilización de todo, “un estudio reciente del Instituto Lowy de Política Internacional, que proporciona el mejor cálculo a la fecha, descubrió que una pandemia similar a la de 1968 causaría la muerte de 1,4 millones de personas y costaría unos 330 000 millones de dólares (0,8 % del PIB global) en pérdidas de producción económica. Si ocurriera una pandemia tan grave como la de 1918–1919, perecerían más de 142,2 millones de personas y el PIB del planeta sufriría una pérdida de 4 billones 400 mil millones de dólares”.

En conclusión los problemas sanitarios de los países subdesarrollados de África deben ser reconocidos como una herencia del pasado colonial y el presente neocolonial de los países.

En nuestra opinión, esta situación sanitaria no debe verse solo como algo exclusivamente inherente al continente, sino, sobre todo, como una importante parte de un grave problema (económico, social, política, ambiental, y ético) de carácter global.